La intolerancia a la lactosa se define como la incapacidad del aparato digestivo para desdoblar la lactosa, el azúcar (hidrato de carbono) que aparece en la leche, en sus componentes básicos glucosa y galactosa a través de la acción de una enzima producida en el intestino delgado llamada lactasa
Los síntomas:
Los síntomas más frecuentes de la intolerancia a la lactosa son: el dolor abdominal, la diarrea, la distensión del abdomen, la flatulencia y pérdida de peso y en casos extremos se puede presentar malnutrición. Se suelen presentar después de la ingestión de productos lácteos.
El diagnóstico:
Se pueden realizar diferentes test para diferenciar los síntomas expuestos anteriormente y que pueden aparecer en otras patologías del aparato digestivo. Entre los más habituales se encuentran:
- Test de tolerancia a la lactosa. Tras la ingesta de 100 gramos de lactosa se toman muestras de sangre a los 30, 60 y 120 minutos, debiendo aparecer normalmente un aumento de 2 mg/dl de glucosa a las 2 horas de la ingesta.
- Test de hidrógeno en la respiración. Habrá intolerancia si se produce un aumento de hidrógeno en la respiración tras la ingesta de lactosa.
- Test de acidez de las heces. Si hay un aumento de acidez en las heces, es indicativo de que el paciente sufre intolerancia a lactosa.
- Biopsia de intestino delgado. Se realiza para comprobar la presencia o no de lactasa en la mucosa intestinal.
El tratamiento:
La aplicación de lactasa a la leche tras su calentamiento puede reducir en un 90% la presencia de lactosa.
La falta de leche en la dieta puede producir falta de calcio, vitamina D, riboflavina y falta de proteínas. Para reducir estos déficits se sustituye por leche de soja o con otros productos tratados con lactasa.
Las necesidades de Calcio son:
- 400 mg/día antes de los 4 meses.
- 600 mg/día antes de los 5-12 meses.
- 800 mg/día de los 1-10 años.
- 1200 mg/día de los 11-24 años.
Además, también se debe potenciar el uso de vitamina D por ser necesaria para la absorción de calcio. Por ello, debe darse en la dieta (huevos, hígado) o tomando el sol.
No se puede comer:
Es muy importante la nutrición, por eso se debe suprimir de la alimentación todo tipo de leche de vaca y derivados. Hay que leer las etiquetas de los productos alimenticios, para saber si contienen leche o derivados lácteos.
No se podrá tomar:
- Leche en polvo instantánea, descremada
- Margarina
- Derivados lácteos sólidos
- Mantequilla
- Hidrolizado de caseína
- Suero
- Helados
- Requesón
- Queso
Puede haber lactosa en:
- Purés y sopas elaboradas o enriquecidas con leche o lácteas. Derivados
- Quesos frescos y fermentados.
- Fiambres que contengan productos lácteos.
- Pasteles y frituras de carne, pescado o volátiles que contengan productos lácteos.
- Huevos guisados con leche o derivados lácteos.
- Sucedáneos de los huevos, por ejemplo, los que intervienen en batidos, flanes, etc.
- Todo alimento elaborado con leche o productos lácteos, como el puré de patatas, los platos preparados de pastas etc.
- Toda crema o puré preparados con leche o productos lácteos (espinacas a la crema).
- Todo producto de bollería que contenga leche o derivados lácteos: donuts, tortitas, crepes, bollos, bizcochos, galletas, pastas, tostadas, etc.
- Todos los productos precocinados o preparados con adición de derivados lácteos.
- Cereales enriquecidos con proteínas.
- Mantequilla, nata, margarinas que contengan derivados lácteos.
- Aderezos de ensaladas y mayonesas que contengan leche o derivados lácteos.
- Todos los elaborados con ingredientes no permitidos.
- Pasteles, tartas, bizcochos, helados, sorbetes y yogures.
- Leche de vaca entera, desnatada, descremada, evaporada o condensada.
- Fórmulas para lactantes de composición estándar.
- Cacaos y chocolates preparados con leche de vaca Ovaltine.
- Bebidas a base de leche, tales como batidos, ponches y malteados.
- Chocolate con leche, salsa de crema o nata, platos gratinados, requesón, suero.
- Alimentos fritos con mantequilla o pasta para rebozar.
- Grageas de sucedáneos de chocolate.
Productos que contienen lactosa en pequeñas fracciones:
- Pan y pasteles
- Sopas instantáneas
- Bebidas envasadas-batidos
- Margarina
- Galletas
- Medicamentos
Las alternativas
La alternativa ideal a la intolerancia a la leche de vaca debe ser una leche con contenidos diferentes, con suficiente valor nutricional, de baja alergenicidad, con buen sabor y barata.
- 1. Hidrolizados de proteínas, se consigue mediante el calor o la hidrólisis de las proteínas originales de leche de vaca. Su valor nutricional es adecuado y el sabor tolerable. Para intolerancias y en diarreas crónicas.
- Leche con altos hidrolizados:
De caseína: Nutramigen®, Pregestimil®, Damira®, Nutri 2000®, Nieda®.
De Suero: Alfare®.
De Suero: Alfare®.
De Soja + colágeno de cerdo: Pregomin®.
- Leche poco hidrolizada:
De suero: Nativa HA®, Nidina HA®.
De suero + caseína: Aptamil HA®.
De suero + caseína: Aptamil HA®.
- 2. Preparados de soja, se componen de proteínas de soja con aceites vegetales e hidratos de carbono. Para la alergia a proteínas de leche de vaca.
- Maíz (Isomil®).
- Almidón (Velactin-N®).
- Sacarosa (Isomil®).
- Dextrinomaltosa (Alsoy, Velactin-N®).
Polímeros de glucosa (Prosobee®).
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